Océanos sin vida

Actualmente el consumo de pescado en toda la humanidad a nivel mundial ha aumentado, por lo tanto se necesitan más recursos económicos y humanos para poder satisfacer la demanda del mercado. A este ritmo en que vamos, se estima que dentro de unos cuarenta años no quedará ningún pez en el océano, esto lo muestra la UNEP (Programa por el medio ambiente de las Naciones Unidas) en un reciente informe.
Pero ¿Qué les dejarémos a nuestras nuevas generaciones, si nos estamos acabando todos los recursos naturales?

Un ejemplo típico es el de los Grandes Bancos de peces situados fuera de la costa de Newfoundland, en el Atlántico Norte. Allí, luego de 350 años de explotación comercial, el abadejo, el bacalao y la platija casi desaparecieron, y la pesquería fue oficialmente cerrada hace algunos años.

La sobreexplotación pesquera fue reconocida como uno de los problemas medioambientales inminentes del mundo en el 2002, cuando se demostró por primera vez que las capturas mundiales de especies salvajes alcanzaron su punto más alto en 1989 y desde entonces han ido decayendo.

Aqui les dejo este video muy interesante que nos explica un poco a cerca de esta problemática.

Para la pesca intensiva de ahora se emplean barcos enormes del tamaño de canchas de futbol, con equipos especializados electrónicos que localizan y recogen los peces, con redes enormes, que abarcan una parte del océano, capturando todo lo que se encuentre en su camino.
Una película que nos hace reflexionar y concientizar a cerca de este tema es "Happy Feet", un pingüino que lucha para descubrir quién se lleva los peces del océano, es muy sencilla pero con una gran enseñanza.
Esta situación es preocupante ya que estamos dejando a los océanos sin vidas a un ritmo verdaderamente alarmante. Trece de las diecisiete zonas pesqueras más importantes del mundo ya estan vaciadas, las restantes están siendo sobreexplotadas.